viernes, 4 de octubre de 2013



Esta es una de esas noches rasgadas,
de aquellas que escuchas los gemidos de parto
 de la mujer eterna
en un solo grito.

Tengo sed, manantial de la vida
dame de beber agua nueva.


.

lunes, 15 de agosto de 2011

Renacer.




RENACER

Como los poemas escritos por todos los hombres en todas las lenguas, en todos los tiempos 
solo con una nueva palabra.


Como palabras guardadas en bocas distintas que dicen lo mismo
en todas las horas.
solo con un tono distinto.

Como las lagrimas derramadas en todos los ojos de los que sufren
en toda la historia
solo un grano más de sal.

Amar como aman los hombres que cantan alegres todas las noches
de todas las tierras.
solo una canción distinta.

Renacer.




viernes, 22 de octubre de 2010

GATOS DEL CIELO


Extraño celo.
Los gatos de este sueño
corren desesperados como huracanes nocturnos
en el tejado asustado de la casa vieja.
Bajo el resplandor cautivo de la luna
sus sombras azules zigzaguean veloces
como chispas celestas que estallan
en el silencio cargado de la noche.



Extraño amor salvaje.
Sus cuerpos de serpientes voladoras
envueltas en suave pelo
se desplazan en velocidad estelar
de un querer profano.

Cometas terrenales que se luchan y se esparcen
en el continuo fluir de su estirpe.
Aullidos eléctricos
ovillos vivientes que se enredan
en la rota quietud de la noche.


Exótico amor que escucho en mágico silencio
en este que debe ser un sueño
de una noche de misterio y otra y otra.







lunes, 6 de septiembre de 2010

INCOGNITA


En el misterio que se adentra 
en la vieja

melodia

del cansado marinero.

En la dulce cantada de la mar,
oleada del que va, del que viene  por la suave caricia

en una gaviota que anhela no sabe qué .

En ti, en mí, en el hombre y su
caminata universal

aspiro penetrar.

en la bocanada de humo del fustrado
soñador de tesoros vitales.

o el ebrio olor del que dice: la vida no es nada,

Penetrar.

Como si la noche despertase de un solo golpe

contemplándose a sí misma desnuda y sola

o talvez como el sonido imperceptible

de la cuerdas que sostienen ese canto sordo:

mirar, oír.

El silencio, sin final. 

el túnel  del sufrimiento: interminable.

la encrucijada original que intenta revelarse

siempre derrotada.

Tus hombros, mis hombros, nuestros hombros, agotados

sostienen a duras penas la intensidad 

sin brazos que reemplacen el peso de esta cruz

que no buscamos.

jueves, 13 de mayo de 2010

ATRAVIESO LA VIDA EN SILENCIO


Apenas tan pequeña

como un ave trasparente

atravieso el mar infinito

de la vida.


Se escucha un suave rumor

en la tranquiliad del óceano

unos latidos lentos del alma

que descansa.


Abro mis manos de luz plena

mi cuerpo hecho de luna fértil

en el útero que descansa

para siempre

como una flor que apareció

de pronto junto al misterio

de lo nadie sabe.


Algún que otro rumor

en la esfera infinita

del silencio perfecto

apenas si otras aves

se unen a mi vuelo indecifrable

El amor bebe la copa celestial

e insiste en vivir

eternamente

cuando todo dentro de mí

vibra a otro ritmo de la tierra

a otro tono de canciones vanales.


Penetro en la luz en el tiempo

en el silencio en la no vida

apenas mis alas se expanden

y el alma es toda luz

es toda calma.





viernes, 2 de abril de 2010

Viernes Santo.


Hoy Viernes Santo, en el pueblo en que yo nací, parece una tarde de aquellas de las novelas de García Marquez. Desde el balcón de mi casa antigua,veo las cadenas de la cordillera, verdes, tan plenas de esperanza y hermosura que ayuda a que el alma se distienda y difrute de la vida. Frente a mi casa, la plazuela y la Iglesia.L os hombres adultos, todos de ternos negros,muy formales y las mujeres mayores, adustas y tranquilas llegan a llorar lo que dicen que alguna vez sucedió. El cielo es una amenaza a todos los preparativos de la Procesión, pero eso no parece perturbar en absuluto lo que está por venir. Yo miro el cielo con cierto temor. Hace tantos años que salí de este lugar que uno olvida los vientos, las lluvias, los soles del pueblo amado. El cielo es ahora como una esponja negra y de cuando en cuando los truenos estremecen el Ande, pero el agua no llega todavía. Me gusta ver llover. Contemplar como rebotan las gotas grandes que caen sobre la tierra. Penetran y dan vida a las semillas de luz que luego se esparcen por el universo entero. Toca la puerta de mi interior más profunda esta luz que no le encuentro el nombre ni el misterio.Esta allí y me alumbra. Me enseña el camino que parecía ya perdido y mi espíritu es como un árbol enorme que extiende sus ramas por las orillas del río cósmico. Ese es mi lugar de siempre. Contemplar en cielo y perderme en mis sueños. No tener ni forma ni compromiso con la vida, no beber del agua que todos beben. Allí encuentro mi lugar. Aunque sea desierto o gélido para los demás. Allí mis sueños abren libremente sus ansías. En ese firmamento al que mis ojos no dejan de mirar. Es como si un gorrión de simple volar, encontrara por fin su nido eterno. Quizás por ello, mis alas infinitas se curten en el fuego del silencio. Por eso no estoy de luto entrando a la iglesia de mi barrio, porque el Dios en el que he depositado mi corazón no tiene un lugar determinado, ni siquiera una tierra, ni un universo. El Ser que renace a mi alma reseca es como un almácigo pródigo y fresco que ayuda a mi sed de Sin Fin. No importa no ser igual a los demás. Estoy aquí, en mi pueblo una vez más, y en mi silencio de esta tarde triste, me contagio de paz que la veo pasar en cada vuelo de los pájaros, que se alejan de la lluvia que ya llega...

jueves, 28 de enero de 2010

Silencio para no llorar.


Esta tarde tranquila, tan tranquila como una paloma posada en el árbol que crece al borde del río secreto, mi corazón se ha sentado en su orilla y me ha hablado mirándome a los ojos fijamente. Tantas cosas me ha sursurrado este corazón...su voz suave me hace recordar a mi madre sentada en la silla vieja que por siempre la sostiene. Me ha hablado casi como un murmullo de brisa azul, contándome cómo ella, mi anciana, queda plácida, cuando observa a los tres pajarillos que se posan en el patio de la casa grande y con profundo amor, toman las semillas de las plantas que allí crecen y luego se bañan en el pequeño recipiente que está allí para ellos. Felices luego, vuelan y se posan en lo más alto de la casa de al lado y silban la canción que llama a la lluvia, pero ella se niega a venir y el cielo sigue azul, como los ojos de las hadas, y parpadea de cuando en cuando, pero no llueve y las aves silban y silban a la distancia, a lo lejos, desilusionados,hasta que se les viene la noche y cansados, vuelan a su nido a esperar a la luna y al frío para hacerles tiritar y sumir sus plumas entre sus cuerpos frágiles y pequeños. Te escucho corazón, escucho cada gemido que exhalas porque quisieras recoger a esta mujer vieja y levantarla en vuelo como esas aves y llevarla contigo a las costas alegres, pero ella ha crecido entre los cerros, entre la nostalgia de los eucaliptos y la vibración de la tierra serrana. Allí están sus pasos niños, su cabellera negra, su juventud y su fuerza telúrica como pocas mujeres he conocido. Su canto que pocas veces he escuchado se mezcla con el bamboleo de las zarzamoras y el crujir de las hojas que caen en la hondanada. Corazón dale a mi madre la luz de la vida y del misterio, sumérgela entre las colinas verdes y los caminos estrechos de mi tierra, ahora que retorno a mi lugar y la dejo otra vez sola, como una luz en medio de la oscuridad, como una ventana abierta al mundo pero éste, está mudo y apenas la escucha. Hazme retornar pronto corazón abierto y dame la dicha de escuchar su voz ondulada, confundida con el rumor del cielo y así reír otra vez, ahora que se me ahoga el corazón para no llorar.